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martes, 9 de diciembre de 2014

Kéfir.

¿Qué es el kéfir?
Él kéfir es un producto lácteo fermentado. Es considerado un producto probiótico. A diferencia del yogur, el cual sufre una fermentación láctica, en el proceso de elaboración del kéfir se efectúan dos fermentaciones: láctica y alcohólica. Esto es debido a los microorganismos propios del hongo que se inoculan. En la fermentación láctica se forma ácido láctico a partir de la lactosa, por lo que se trata de un producto ácido. En la fermentación alcohólica se produce anhídrido carbónico y alcohol. El alcohol se encuentra en el producto final, pero a un % muy bajo. El anhídrido carbónico le aporta "gas", burbujas, y un cierto picor al final en boca.
 
 
 
Propiedades
En España no es un producto consumido habitualmente. Sin embargo en otros países de Europa del este y Asia está ampliamente arraigado a la sociedad. Esto es debido a sus propiedades beneficiosas, así como a su particular sabor y textura.
Hay numerosas propiedades, de hecho, al hongo del kéfir se le llama "el hongo curativo".
- Debido a la fermentación, todos los nutrientes de la leche son más fácilmente digeribles y tolerables por el organismo.
- Mejora el tránsito intestinal y favorece la regeneración de la biota.
- Fortalece las defensas frente a problemas víricos y bacterianos.
- Muchas otras (algunas de ellas todavía en estudio): previene ciertos cánceres (leucemia, cáncer de colon), reduce el nivel de colesterol en sangre, etc.
 
Seguridad alimentaria.
Debido a sus propiedades (sobre todo por su acidez) el kéfir no tiene que ser tratado térmicamente para su consumo, ni requiere unas condiciones especiales de conservación o procesado. Únicamente conservándolo en refrigeración, no conlleva riesgo de contaminación por microorganismos patógenos.
 
Kéfir casero.
El kéfir se realiza introduciendo el hongo en leche agua o té. El hongo está compuesto por diferentes microorganismos:
- Lactococcus lactis.
- Lactococcus cremoris.
- Lactococcus lactis bv diacetylactis.
- Leuconostoc mesenteroides subsp. cremoris.
- Lactobacillus plantarum.
- Lactobacillus casei. (el famoso L.casei)
- Kluyveromyces fragilis.
 
Este hongo se puede conseguir en redes de consumidores de kéfir, internet, alguien conocido que haga kéfir. Una vez obtenido, el hongo del kéfir va creciendo (¡no hay que olvidarse de que son microorganismos vivos!) y podrás consumir tu propio kéfir, así como regalar parte del hongo a otras personas.
 
Si quieres todos los pasos para hacer tu propio kéfir, hay numerosas páginas web que lo explican. También se comercializa ya hecho, aunque yo sólo lo encuentro en El Corte Inglés.
 

lunes, 20 de octubre de 2014

Alimentos funcionales

Se trata de los alimentos que independientemente de su aporte de nutrientes al ingerirlos, se ha demostrado científicamente que afectan beneficiosamente a una o varias funciones del organismo, proporcionando así un beneficio para la salud del consumidor. Deben consumirse de manera controlada dentro de una dieta equilibrada.
Estos beneficios suelen estar etiquetados en los productos a efectos de tener más éxito en los consumidores, y la legislación establece unos requisitos para que la información facilitada al consumidor sea real. Un ejemplo en la siguiente imagen:
 

 
¿Cuáles son?
- Leches fermentadas: en la actualidad estos alimentos están en auge por su creciente consumo. Son enriquecidos con bacterias probióticas, es decir, microorganismos vivos en el momento de consumo del producto. Función: mejoran la digestión, el sistema gastrointestinal, mejoran la calidad de la microflora intestinal, evitan o previenen el estreñimiento.
- Leches, zumos y yogures enriquecidos: con ácidos grasos omega-3, ácido oleico, ácido fólico, calcio, vitaminas, etc. Función: ayudan a prevenir el riesgo cardiovascular, ayudan a reducir el nivel de colesterol en sangre, favorecen la función visual, etc.
- Leches infantiles de iniciación y continuación: ácidos grasos, vitaminas y minerales. Función: ayudan al desarrollo de los niños de 0 a 3 años. Se pueden consumir cuando la lactancia materna no es posible.
- Cereales fortificados: con fibra y minerales. Función: ayudan a prevenir el cáncer de colon, facilitan el transporte del oxígeno en la sangre y previenen anemias, mejoran la calidad de la microflora intestinal.
- Pan enriquecido: con ácido fólico. Función: previenen lesiones en el tubo neural y ayudan a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Huevos enriquecidos: con ácidos grasos omega-3. Función: pueden reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Margarinas enriquecidas: con fitosteroles. Función: disminuyen el contenido de colesterol en sangre y el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Es importante que los consumidores las sustituyan frente a la mantequilla en caso de sufrir enfermedades cardiovasculares o tener el colesterol alto.
- Sal yodada: con yodo. Función: facilitar la fabricación de hormonas tiroideas, imprescindibles para un desarrollo físico y psíquico normal. El yodo es un nutriente esencial que no se encuentra en muchos alimentos, por lo que es importante consumir sal yodada. Actualmente prácticamente toda la sal que se comercializa está enriquecida en yodo para evitar deficiencias en este nutriente.